Ahora sí, llegó nuestra ceremonia número cien, después de llegar la semana pasada a oficiar el enlace de la pareja número cien. ¿Cómo es posible? Porque en la temporada pasada tuvimos la oportunidad de oficiar una ceremonia doble, en la que dos hermanas celebraron a la vez su compromiso con sus respectivas parejas. También son bastante más de 100 parejas las que han contado con nosotros a lo largo de los años, sumando celebración de bodas de plata, animaciones al estilo Las Vegas en el día de San Valentín para grupos… pero, en fin, para la estadística, la ceremonia de Soraya e Ibán en Simancas fue la número cien, y siempre la recordaremos, no sólo por el dato, sino porque estuvo llena de detalles únicos.
La pareja eligió, además de intercambiarse alianzas llegado el momento, realizar el simbólico ritual de plantar un árbol. No es la primera vez que lo incluimos en una de nuestras ceremonias (hace un par de semanas plantamos una camelia) y en esta ocasión los novios eligieron un bonito naranjo.
Para esta ocasión nosotros nos encargamos del equipo de sonido para música y voz. Siempre es importante contar con microfonía para escuchar bien a los participantes y esta vez, si cabe, aún más: en primer lugar el mismísimo padrino y padre de la novia dedicó a todos, y en particular a la pareja, unas emotivas palabras. Es difícil conseguir un instante más intenso, pero llegó enseguida, cuando el micrófono pasó a manos del novio, primero, y de la novia después, para que compartiesen, cada uno a su manera, su historia con todos, y agradeciesen a los presentes. Por nuestra parte, como nos habían encargado imprimir los textos para ellos, aprovechamos para imprimirlos en un papel elegante y con un diseño en sobre convertible en papel a la vez con forma de corazón que encajase en las fotos que se hiciesen en el momento, que estábamos seguros de que iban a ser muchas.
En esta ocasión, y quizás ha sido la primera, no firmamos ningún documento al terminar la ceremonia y es que a la hora de crear una ceremonia no hay nada preestablecido. Cuando contamos que cada ceremonia es diferente a cualquier otra es porque lo creemos así, no porque estemos repitiendo un eslogan. Hasta ahora han sido cien, todas diferentes, y las que siguen lo seguirán siendo. Preparando juntos algo con tanto cariño como lo hicieron Soraya e Ibán… una ceremonia es única.