Tenía pendiente escribir una entrada sobre el final de la temporada como maestro de ceremonias 2014 (ya lo prometía a principios de este año) y he decidido ponerme a ello de una vez por todas ya que corro el peligro de que me pille el inicio de la temporada 2015, que comenzará pronto este año, en particular el 18 de abril en un acto familiar en un castillo rehabilitado de la provincia de Valladolid. La temporada pasada se hubiera cerrado el 25 de octubre (así lo contaba aquí ese mismo mes), sin embargo conduje una boda extra a finales del mes de noviembre. Iris y Alberto, María y Juan, Pilar y Santiago, Nora y Sergio, Beatriz y Francisco… son solo algunas de las parejas de cuyas bodas he participado el año pasado y que, una vez terminada la ceremonia, me han hecho llegar comentarios tan bonitos como “nos encantó la ceremonia”, “fue el mejor día de nuestra vida”, “la ceremonia fue preciosa y gustó muchísimo a todo el mundo…”, “un maestro de ceremonias fantástico”, “un recuerdo muy especial”… No sólo me han llegado reportes conmovedores de las novias y novios sino también de los invitados (algunos me han tomado por juez, concejal y hasta notario), otros hasta han pedido un aplauso al final (“un aplauso para el que ha dicho la ceremonia”, literalmente) e incluso algunos fotógrafos me han preguntado si era amigo de la novia o del novio… ¡cuando apenas les conocía! Queda claro que ha sido una temporada interesante, emocionante y que desde que acabó me tiene aguardando impaciente a que empiece la siguiente… aunque, en cierto modo, quizá debería contabilizar que ya ha empezado, con una ceremonia, en este caso más cercana a una actuación (casi a un musical) que tuvo la forma de una boda al estilo Las Vegas, oficiada para más de 100 personas… en este caso, cambiando el traje, la corbata y los gemelos por pantalones de campana, lentejuelas y gafas de sol como un mismísimo rey del rock. Fue una noche inolvidable en el Hotel Balneario Villa de Olmedo… en Olmedo, Valladolid, claro. Lo que me espera para el resto del año promete ser apasionante: una docena de ceremonias, o más, sin contar las que siguen concretándose, no sólo en Valladolid y provincia, sino también en León, Salamanca… bodas completamente oficiales y con todo el valor ya que llegado el momento daré paso al concejal del municipio para la parte “legal”, cuentos personalizados, eventos en (más) lugares de ensueño, bodas con muy pocos invitados (¡nueve!), bodas multitudinarias (cientos de asistentes), ceremonias en las que también estarán desempeñando su trabajo otros amigos… Y todo lo iré contando aquí. Pero no pensarás que iba a cerrar esta actualización sin fotos (gracias a los novios por la última y a MAV por todas las demás):