Llegó el 14 de febrero, llegó San Valentín, llegó el día de representar la producción misteriosa, que dejó de serlo. Un estreno absoluto en la forma de un show-cabaret bajo la forma de una ceremonia al estilo de Las Vegas conducida por un rey del rock con un cierto parecido con Elvis Presley.
Todo comenzó en octubre de 2014, en la Feria DeBoda. Allí conocí a la persona responsable del espectacular Hotel Balneario Villa de Olmedo y estuvimos charlando sobre todo de asuntos relacionados con oficiar bodas civiles como maestro de ceremonias. Ya recién empezado 2015, el mismo 2 de enero, volvimos a hablar pero en este caso me comentó su idea de realizar una ceremonia al estilo de Las Vegas con motivo de una exclusiva cena de San Valentín. Y en ese mismo momento (quedaba poco menos de un mes para la actuación) comenzaron los preparativos: vestuario y accesorios para la caracterización, material para el foto call, anillos para todos los asistentes a la ceremonia, elaboración del guión, recopilar varias canciones de Elvis y también clásicos del rock español, ensayos de textos y canciones, dejarse (en la medida de lo posible) las patillas largas y el pelo largo para conseguir un tupé natural…
Y todo (gracias a mucha, muchísima ayuda de muchas personas y a la confianza de los organizadores) se materializó en un show musical muy divertido y participativo lleno de sorpresas. Más cerca de una actuación de abcDani que de una ceremonia oficiada por Daniel Rodríguez, claro: sonaron temas de Elvis actualizados, clásicos que no pasan de moda y, claro, alguno de sus temas más románticos para el intercambio de anillos, entre otras y hasta siete temas diferentes cantados por Elvis (completos o en fragmentos). Pero también sonaron clásicos del Pop-Rock español de Burning, Loquillo y hasta de Alaska, para conseguir una divertida fusión entre Las Vegas y Olmedo, entre Elvis Presley y Miguel Ríos.
Hubo canciones, magia, artistas invitadas (la mismísima Marilyn Monroe), ceremonia de boda con votos y consentimiento, intercambio de anillos y por supuesto baile final. Contando siempre con la participación y el sentido del humor ejemplar de más de 100 personas de todas las edades (y es que gracias a esta función hemos descubierto que a las ceremonias oficiadas en el nombre del rock se puede ir en pareja, sólo, en grupo… e incluso pueden asistir niños, que alguno había, y disfrutar tanto como los «mayores»). Y después todos los invitados, antes de cenar un menú muy apetitoso pudieron pasar por un foto call para fotografiarse con el oficiante, caracterizados con collares hawaianos de Elvis sosteniendo el certificado que acredita que han asistido a una ceremonia rockera única.
Gracias a la organización del Hotel Balneario Villa de Olmedo también por las imágenes:
Daniel Rodríguez - abcDani 